La estúpida batalla de Escrofenos.

[el señor del ladrillo]

Así me gusta, animad para que la próxima vez me luzca más >:(. Bueno, lo cierto es que el capítulo iba a ser más largo, pero yo también duermo ¿Sabéis?

[el señor del ladrillo]

Después del éxito del anterior capítulo, lord of the brick stupid tales^TM presenta:

Humberto^TM y sus enemigos habían entrado en la ciudadela del estupendo palacio sacro imperial de Carlos Martel & cía^TM.

La gente les miraba raro tal vez por sus raídos ropajes jedi arábigos o tal vez porque Humberto^TM llevaba la bragueta abierta, pero ellos prestaban más atención a que las casas de la ciudadela eran exactamente iguales a las de Lyon (Ese presupuesto...). Como nadie venía a llamarles la atención por estar allí, Mohamed al-Fombra^TM dijo:

-Pues tenías razón Humberto^TM, nadie ha venido a llamarnos la atención.

-Sí, y a lo mejor también tengo razón en que los monos comen lápices... Oye, ¿Y qué deciáis que era esto que había en el carro?



-Para empezar, los monos no comen lápices, comen libros, y por última vez Humberto^TM eso es una amuleto de la suerte, creemos que lo necesitarás.

-Yo no necesito na... Eh, ¿Qué es esto marrón que se me ha pegado al zapato?

La gente de la ciudadela estaba demasiado ocupada haciendo el tonto como para darse cuenta de que había dos importantes arábigos de visita por las calles, pero Carlos Martel^{No del todo TM} casualmente también se encontraba allí tratando unos asuntos, más concretamente en la torre del homenaje desde donde se veía toda la ciudadela, en esos momentos estaba asomado a la ventana para ver si encontraba a Wally^{No del todo TM}, pero en su lugar vio dos arábigos y un orco.

Bajó para ver que hacían por allí, como era un día tranquilo y la guardia estaba jugando al mus, tuvo que ir solo.

Desafortunadamente para él pasó por medio del concurso de disfraces previo a la fiesta de aquella noche y el presentador le dijo:

-Mirad, tenemos otro participante para el concurso HISPALUG el señor del ladrillo HISPABRICK 07^{Suficientemente TM}! Es un nombre totalmente nuevo así que tal vez os guste... Bueno, parece que va disfrazado de nuestro querido emperador, aunque mi hermana lo considera un imbécil imperialista. No sé lo digáis ¿Eh?

Furioso, Carlos Martel^{No del todo TM} dijo:

-Yo soy Carlos Martel^{No del todo TM} imbécil. Y ahora déjame en paz, tengo prisa.

-Je, je, lo mismo decía ese señor de blanco...



Entonces Carlos Martel^{No del todo TM} dijo a un guardia que acababa de perder en el mus:

-Tú, ejecuta a ese imbécil.

Y el presentador, mientras el guardia venía hacia él volvió a decir:

-Je, je, que bien lo imita...¿Qué vais a acabar conmigo? Bueno, ha valido la pena...

De vuelta a las aventuras de Humberto^TM, los arábigos estaban oyendo hablar a la gente de un carro que estaban quemando. Humberto^TM también lo escuchó y dijo:

-Ja, ja, pobres idiotas.

-Calla imbécil, es nuestro carro. Quédate ahí, enseguida volvemos.

Mohamed al-Fombra^TM y Mohamed al-Bañil^TM cometieron el terrible error de dejar a Humberto^TM solo y se fueron a ver lo que quedaba del carro. Esto hizo que Carlos Martel^{No del todo TM} sólo viera a un orco que le sonaba de algo cuando fue a  donde le pareció ver a los arábigos.

Humberto^TM recordó que Roberto^TM necesitaba unos zapatos nuevos...

-Aclaración topic ON-

Y ahora diréis: Pero si el percebe aquel ya le da unos zapatos nuevos ???. Pues bien, hace unos cuantos capítulos que Humberto^TM no ve a Roberto^TM así que le resultaría un poco difícil darse cuenta. Para que luego digáis que la historia no tiene lógica...

-Aclaración topic OFF-

...y entró en una zapatería que había por allí. Al ver a la dueña preguntó:

-Oiga, ¿Tienen zapatos?

La dueña de algún modo reconoció a Humberto^TM y dijo:

-¿Qué tienes tú para pagar, querido?

-No lo sé, tengo un amuleto arábigo y una cosa pastosa marrón que acabo de pisar.

-... ¿No prefieres ver un mono? en el almacén hay uno, ves a echar un vistazo.

-¿El mono tiene zapatos?

Al entrar en el almacén, el mono le tumbó de un martillazo.



La dueña dijo:

-Buen trabajo señor mono^TM

Y Humberto^TM, medio aturdido, dijo:

-No vale, creía que esto era una zapatería...

-Pues en realidad es una pastelería, mua, ja, ja, ja!

¿Quién era esa mujer y como sabía las debilidades de Humberto^TM?

Cambiando de tema, Manolín Merlín^TM y los demás ya habían usado el airmail y habían aterrizado en el río Palancia^{No del todo TM}, hogar de los enanos, sospechosamente no muy lejos de Escrofenos^TM. Cerca de allí se podía ver a un misterioso hombre y dos imbéciles semidesnudos que unos a otros se decían:

-Pues yo creo que por aquí no hay ningún percebe.

-Si no has visto ninguno, seguro que debe haber...

El que parecía el jefe dijo:

-Callaos imbéciles, seguro que jamás habéis visto un percebe, y dejad de mirar esa planta...



...que ganas tengo de volver a la pastelería de mi mujer...

Mientras aquellos imbéciles hablaban, Manolín^TM y los demás intentaban levantar un campamento para pasar allí la noche.

-Bien, necesitaremos madera y aceite de mono para encender un fuego.

Entonces apareció Roberto^TM y dijo:

-No hay problema, en medio del río hay un montón de madera...



-¿En medio del río?

-Sí, la he quitado para que el agua pase.

-Te has cargado la presa... el Palancia^{No del todo TM} desenboca en Escrofenos^TM... el río se desbordará y colapsarás la región... imbécil!

-Sí, pero yo tengo una espada legendaria y vosotros no.

Capítulo largo donde los haya...

Y hasta aquí puedo leer...

[lokosuperfluoLEGOman]

-Para empezar, los monos no comen lápices, comen libros...

-No vale, creía que esto era una zapatería...

-Pues en realidad es una pastelería, mua, ja, ja, ja!

LOL :D :D :D

[.::Axel::.]

Que bueno.
Lo de la pastelería, y lo de que el tiene una espada legendaria y ellos no! XD :D
Una pregunta, esa planta rara quemiraba, era el percebe? ??? :D ;)

[el señor del ladrillo]

Bueno, depués de ver la humillación de la cuarta página de mis dioramas y pequeños engendros, este tema saldrá pronto de la oscuridad.

Tal vez mañana o el viernes o_o... Lo que pasa es que desde que empecé el instituto ando un poco liado y si a eso le sumamos que estoy volviendo a jugar al Majora's mask (Esta vez con todos los corazones y máscaras... Esto es más vicioso que el tabaco) pues no tengo tiempo para nada, lo cual me recuerda que tengo un pedido a bricklink pendiente...

Menos mal que dentro de nada tengo 4 días de tregua (Veáse 9 de octubre)

[el señor del ladrillo]

Lord of the brick's stupid tales^TM en exclusiva presenta:

Momentos antes de que se inundara el palacio sacro imperial, Humberto^TM seguía cautivo en la casa de la pastelera/mujer del misterioso hombre^TM. Estaba encerrado en una húmeda sala a la que ellos llamaban lavabo. La mujer apareció y le dijo:

-¿Tú eres el tal Roberto^TM?

-No me acuerdo, a lo mejor...

-No intentes engañarme. Voy a salir fuera a decirle al señor mono que le comunique a mi marido que ya te hemos capturado, no te muevas de ahí o esta noche comerás pedazos de cerdo muerto muy hechos.

-Dicho así no parece tan apetecible...

La mujer salió fuera y, mientras veía partir al señor mono, se dio la vuelta y vio a Humberto^TM.

-... Te he dicho que no te movieras de allí...

-Sí, pero también has dicho que si me muevo comeré pedazos de cerdo muerto muy hechos...

-Ya me contarás como has salido del lavabo. Ahora sí que es importante que no te muevas de aquí o...

-¿O comeré pedazos de cerdo muerto muy hechos también para desayunar?

-No... Verás... Si te mueves... Vendrá una rana translúcida y destruirá la ciudad... ¿Alguna objeción?

-Sí, ¿Seguro que eres una mujer?



El señor mono, cumpliendo con su deber fue a las afueras de Escrofenos^TM y se encontró a dos hombres semi desnudos y otro semi vestido. Uno de ellos dijo al hombre semi vestido que parecía el jefe:

-Hombre semi vestido que parecía el jefe! ¿Es esto un percebe?

El misterioso hombre se acercó y tras darle una colleja al otro, dijo:

-Eso es un mono, imbécil, y parece que intenta decirnos algo...



El mono les contó todo lo que había sucedido y que habían capturado al orco que tan esmeradamente buscaban. Entonces el misterioso hombre, extrañado, dijo:

-¿Qué los libros de tapa blanda son para los débiles? Pues entonces no los compres...

Obviamente, como era un mono normal y corriente, no entendieron casi nada de lo que dijo. El misterioso hombre continuó hablando:

-Vaya, ya es casi la hora de merendar y aún no hemos cazado nada... chicos ¿Qué tal si hoy comemos mono?

Lejos del terrible destino del señor mono, en el Estupendo palacio sacro imperial de Carlos Martel & cía^TM mientras se aproximaba el agua desbordada del Palancia, Humberto^TM corría por las calles advirtiendo a la gente sobre lo que le había dicho aquella mujer.

-Ayudadme, una rana translúcida destruirá la ciudad si me muevo!- Dijo Humberto^TM mientras agitaba fuertemente los brazos.

-Je, je, que majo, un orco imbécil...

Carlos Martel^{No del todo TM} volvía a lo alto de la torre del homenaje. Cuando llegó le contó lo que había sucedido a un funcionario imperial.

-Mire el lado bueno, al menos su majestad ha ganado el concurso de disfraces...

-Cállate o te ejecuto a ti también... ¿Qué ha pasado mientras estaba fuera?

-Bueno, hemos recibido algunas quejas sobre un orco imbécil paranoico en la calle Mayor.

-Todos los orcos imbéciles paranoicos son iguales, dadle una piruleta y sacadlo de la ciudad, y trae de paso una piruleta para mí.

Carlos Martel^{No del todo TM} se asomó a la ventana y dijo:

-Como me relaja ver un río aparecer por el horizonte...

-¿Un río apareciendo por el horizonte? Eso antes no pasaba...

Mohamed al-Fombra^TM y al-Bañil^TM volvían furiosos de las afueras de la ciudad donde habían tenido que ajustar algunas cuentas sobre su carreta.

-Desde luego, tener que vender el carro para pagar el aparcamiento...

-Eh, habla por ti, yo he tenido que vender la cinta blanca de mi gorro. Estaba hecha de compresas usadas...

Cuando creían que ya no podían sorprenderse más, vieron a unos soldados arrastrando un galeón sacro imperial por la calle.

-Esto es grotescamente estúpido, vamos a buscar a Humberto^TM.



Lo que ellos no sabían era que ese barco tenía la importante misión de enviar 170.000 monedas de 1 sólido sacro imperial a Lyon. No podían llevar tal cantidad de dinero al astillero y tampoco tenían tiempo para diseñar monedas de más valor o inventar los billetes, así que optaron por la solución más estúpida, construir el barco en el centro de la ciudadela y llevarlo a la costa, a 75 kilómetros de allí.

Nadie imaginaba que el barco podría ser su salvación cuando se inundará la ciudadela.

Y hablando de inundar la ciudadela, las tropas cercanas ya habían comunicado a las autoridades del palacio que el agua se dirigía hacia allí. Mientras se corría la voz, Carlos Martel^{No del todo TM} movilizaba a sus hombres.

-Bien, quiero que vayais a los muros del frente norte y hagáis grente al enemigo...

-Pero... Es agua, señor.

-Me da igual, no vamos a permitir que se salga con la suya...

En la ciudadela todo el mundo se había enterado del inminente desastre. Mientras los demás subían al galeón, los dos arábigos se encontraron con Humberto^TM. Viendo lo nervioso que estaba, le preguntaron:

-Humberto^TM ¿Ya te has enterado?

-Sí, seguidme, rápido.



Humberto^TM les guió hacia lo alto de una torre de vigilancia. Cuando llegaron Mohamed al-Fombra^TM, curioso, le preguntó:

-Humberto^TM ¿Se puede saber por qué nos has traído aquí?

-Sí, aquí estaremos a salvo de la rana translúcida.

-... ¿Qué rana translúcida ni que niño muerto? La fuerza del agua hundirá los cimientos de esta torre y moriremos todos.

-Menos mal, entonces no vendrá la rana translúcida...

Instantes después, el agua derribó los muros del palacio sacro imperial acabando con cincuenta enanos y los cascos de seis soldados. Carlos Martel^{No del todo TM} que lo veía todo desde la torre del homenaje lamentó la pérdida.

-Mira que es pena. Cuantos cascos perdidos...

Para sorpresa de Humberto^TM y los arábigos, el agua partío el galeón por la mitad y dejó la torre de vigilancia intacta.
Sorprendido, Mohamed al-Bañil^TM dijo:

-Bueno, Humbert...

-Ja, ja, idiotas!

-Deja de burlarte de los náufragos y atiende, imbécil. Esto sólo puede significar que tu amuleto funciona.

Humberto^TM miró el amuleto y se dio cuenta de que tenía forma de rana translúcida.

-Oh no! La rana!

Humberto^TM lo arrojó todo lo lejos que puedo y al-Fombra^TM disimuladamente, le dijo:

-¿Tú sabes nadar?

-No ¿Por qué lo preguntas?

-Por nada, no sé si te has fijado en que estamos atrapados en una torre en medio del mar. Si no hubieras tirado el amuleto al menos tendríamos suerte...



-Es verdad, -Dirigiéndose a los náufragos- Eh, idiotas, ayudadnos!

Y hasta aquí puedo leer...

[Sr. Lego]

Jajajajaja, buen capítulo. La última foto, con la vaca es buenísima.

[lokosuperfluoLEGOman]

Je je, muy buenísimo el capítulo!! :D :D

[Pinpapollo]

Hay que reconocer que te lo has currado, muy bueno  ;)

Pobres cascos... declaro 0.00000001 milésimas de segundo de duelo por ellos.

[el señor del ladrillo]

Lord of the brick's stupid tales^TM al fin y al cabo presenta:

Mientras Humberto^TM y los arábigos intentaban pescar un mono para poder pensar como salir de la torre con el estómago lleno. Manolín Merlín^TM y sus amig...

-Que no son mis amigos, imbécil!

Manolín Merlín^TM, Roberto^TM, el estúpido francés^TM, etc... Estaban llegando al airmail del Palancia que les llevaría a los astilleros de Dénia. Al llegar, cerca de allí, Norberto^TM vio la ciudadela del palacio sacro imperial hundida y dijo:

-Hala! ¿Quién ha podido hacer esto?

Manolín^TM se incorporó y dijo:

-¿De qué te sorprendes imbécil? ¿Es que no te acuerda de la presa que rompiste?



-Pues... ¿Oye, por qué voy vestido así?

-Déjalo... Espero que Humberto^TM no haya entrado allí con los arábigos, haya sido perseguido por Carlos Martel^{No del todo TM}, después le haya raptado una pastelera y se haya refugiado en una torre por temor a una rana translúcida...

Y el Estúpido francés^TM dijo:

-Tranquilo hombre, a lo mejor le ha raptado una zapatera...

-Tú te callas.

Volviendo a la historia de Humberto^TM. Éste había pescado un besugo que le concedería tres deseos a cambio de que no se lo comiera. Su primer deseo fue ir al lavabo, su segundo deseo fue llegar inmediatamente a los astilleros de Dénia, y el tercero fue comerse al besugo.

De este modo Humberto^TM y los dos arábigos llegaron inmediatamente a Dénia donde les esperaba el emir local: Mohamed al-Morrana^TM.



-Os hemos estado esperando, pasad y disfrutad de un sorbete de sesos de mono.

-Parece que nos recibes con los brazos abiertos al-Morrana^TM...

-Sí, es que resulta que todos los de la ciudad tenemos artritis y no podemos cerrarlos... Bueno, cambiando de tema. ¿Quién de vosotros...?

De repente apareció Roberto^TM surgió surcando el cielo debido al airmail y aterrizó encima de un minarete al que le faltaba un día para jubilarse. Al terminar, fue al lado de Humberto^TM y le preguntó por qué iba vestido así. El emir dijo:

-Vaya, no me esperaba eso.

Humberto^TM con toda su perspicacia dijo:

-Eso Roberto^TM esperaba que trajeras golosinas para todos...

 

al-Morrana^TM continuó su discurso:

-Como iba diciendo... ¿Quién de vosotros ha causado la inundación del palacio sacro imperial?

Roberto^TM señaló a Humberto^TM y sencillamente dijo:

-Éste.

-Eso es todo lo que necesito oir, llevadle a los calabozos donde recibirá... La enhorabuena de todos los ciudadanos por tan valeroso acto.

-Je, je, bonito lugar para recibir felicitaciones...

-Sí, es que estamos usando la sala de ceremonias como almacén de papel higiénico.

Más tarde llegaron Manolín Merlín^TM y el estúpido francés^TM por airmail. Los arábigos explicaron a Manolín^TM las causas por las que luchaban y éste aceptó que se llevaran a Humberto^TM a Benicàssim a cambio de que él fuera con ellos.
A Mohamed al-Fombra^TM y al-Bañil sólo les quedaba encontrar un transporte. Así que fueron al muelle y preguntaron a al-Morrana:

-Bueno, creo que nos habiáis prometido un barco...

-Sí... el caso es que parte de ellos llegaron al muelle y rebotaron, y el otro día se apagaron todos los barcos de vela... ¿De qué os reís? Es totalmente cierto!

-Vale, pero aún os queda la marina de reserva.

-Ah, es gracioso... ¿Os acordáis de aquel líquido negro inútil? Pues resulta que como era tan inútil, decidimos quemarlo cerca de la marina y... bueno... resulta que después de todo no era tan inútil...

al-Fombra^TM se resignó, miró al estúpido francés^TM y dijo:

Entonces tendremos que hacer un barco nosotros, tú! ¿Tienes experiencia en los astilleros?

-No, pero me sé las preposiciones: A, ante, bajo, de, desde...

-¿Ah, sí? Pues te vas hacia, hasta, para, por la puerta. Inútil, necesitaremos tener terminado el barco antes de que los hombres de carlos Martel^{No del todo TM} nos alcancen.

Los ciudadanos ya casi habían acabado de felicitar a Humberto^TM cuando apareció un emisario y le dijo:

-Su estupidería, aquí hay otro señor que quiere darle la enhorabuena. Este es más verde que de costumbre...

El engendro pasó a la habitación y Humberto^TM dijo:



-Tú debes de ser el último... Eh, me gusta tu peinado.

-Calla imbécil, yo soy el típico y genuino guardián elemental del bosque y sus animalitos inútiles^TM y he acudido aquí para darte las gracias por liberarme de...

El pronto de Manolín^TM saltó y dijo:

-Venga, el tiempo con Humberto^TM es de 15 segundos, date aire. A ver si te crees que por tener hojas en la cabeza y ser verde vas a ser diferente...

-Tú, el mago que arrasó los bosques de Escrofenos^TM para fabricar muebles, contigo hablaré más tarde. Ahora debo finalizar mi conversación con Humberto^TM. Hace mucho tiempo, antes de que se inventara el paraguas, el espíritu de la rana translúcida de mi cabeza fue arrebatado para crear un talismán para idiotas, ahora que lo has devuelto puedo volver a mi labor de proteger el bosque, sus ancianos árboles y...

En ese momento pasó el estúpido francés^TM cargado con unos troncos y dijo:

-Eh, Humberto^TM! Mira todos los árboles que estamos cortando para hacer el barco!

El guardián prefirió ignorarle y continuar hablando:

-En fin... Como muestra de gratitud haré que el gran cirrípedo^TM te conceda lo que tú más desees.

Pasó un rato y...

-... He dicho que como muestra de gratitud haré que el gran cirrípedo^TM te conceda lo que tu más desees :(.

En ese momento, salió de la tierra un percebe gigante, acompañado de sus retoños.

-Hombre, ya era hora...

-Seré un percebe gigante pero tampoco soy capaz de llegar a los sitios inmediatamente! Bueno, ¿Qué quieres?



-Quiero que le concedas a este orco imbécil lo que él más desee.

-¿Ah, sí? ¿Y quién eres tú para...? Ah, claro, el típico y genuino guardián elemental del bosque y sus animalitos inútiles^TM... Bueno, veré que puedo hacer.

Así que el estúpido francés^TM dijo:

-Tengo un mal presentimiento....

Y hasta aquí puedo leer...

[lokosuperfluoLEGOman]

[...]
los arábigos intentaban pescar un mono para poder pensar como salir de la torre con el estómago lleno.
[...]

[...]
-Sí, es que estamos usando la sala de ceremonias como almacén de papel higiénico.
[...]

[...]
-Sí... el caso es que parte de ellos llegaron al muelle y rebotaron, y el otro día se apagaron todos los barcos de vela... ¿De qué os reís? Es totalmente cierto!
[...]

LOOOOL :D :D :D

Dioses panteónicos, este capítulo es buenísimo  :D :D
¿Y cuándo saldrá el Palacio Sacro Imperial de Carlos Martel y Cía^TM? o_o

[el señor del ladrillo]

¿Y cuándo saldrá el Palacio Sacro Imperial de Carlos Martel y Cía^TM? o_o

Tal vez en la hispabrick veas un trozo o_o... Lo cual me recuerda que Sr.Lego^TM tiene que contarte un par de cosillas sobre el asunto.

[.::Axel::.]

No pero me se las preposiciones: a, ante, bajo... etc. :D xD
Cómo me he reido en esa parte xD
Y cuando dice lo del engendro, y lo de típico, es verdad los guardianes del bosque són muy típicos, si salen en todas las series menos en C.S.I... ¿o en C.S.I también salen?... es igual...
¡¡Por cierto muy bien echa la minifig del guardián del bosque!!
La verdad es que está muy currada, me gusta mucho. xD

[el señor del ladrillo]

Bueno, después de la hispabrick, los exámenes y las guerras mandalorianas, ya puedo volver a esta insignificante historia. Mañana un capítulo nuevo y a partir de ahora seré más regular con las publicaciones. Y soy un hombre de palabra.
El equipo de redacción aprovecha para felicitaros por estas fechas:



Yo no soy feo, lo que pasa es que pierdo un poco con Megan al lado o_o.
Aprovecho para agradecer a Ganondorf su ayuda en el palacio sacro imperial :D.

[el señor del ladrillo]

Bueno, si hago el capítulo en Nochebuena queda más especial... ¿Cuela?

Lord of the brick's stupid tales^TM debió haber presentado antes:

-¿Y tu deseo es...?

-Espera que introduzcamos el capítulo, hombre!

Momentos antes, apareció un típico y genuino guardián elemental del bosque y sus animalitos inútiles^TM que había conjurado a un percebe gigante que le concedería lo que más quisiera a Humberto^TM en agradecimiento por devolver la rana translúcida fuente de todo su poder. Ahora Humberto^TM se enfrenta al dilema de pedir un deseo o echarse a dormir.

-Ya está, ¿Cuál es tu deseo?

-Pues...

-Espera, antes debo advertirte de que no puedo concederte la vida eterna, tampoco puedo concederte nada relacionado con el amor ni darte comida. Y no puedo convertirte en un príncipe, ese deseo es propiedad de Disney...

-Pues... ahora mismo... me gustaría... Una aparición inoportuna, sí!

En ese momento apareció inoportunamente aquel misterioso hombre y sus dos secuaces semidesnudos.



El hombre, sorprendido, dijo:

-Vaya por dios, parece que si frotas tres veces el papel higiénico apareces inoportunamente en Dènia.

El percebe ante tanta incoherencia, dijo:

-Hala, ahí tienes tu aparición. Vete a molestar a otro.

El misterioso hombre se entrometió delante del percebe y dijo:

-No tan deprisa, tú eres el gran cirrípedo que andamos buscando tan desesperadamente! Tanto esfuerzo y ahora aparecemos de la nada delante de ti...

Uno de sus esbirros dijo:

-Esto resulta un poco penoso...

-Pues ya sabéis, la próxima vez no os esforceis o iréis completamente desnudos. En fin...

El gran cirrípedo, ajeno a lo que le esperaba les dijo:

-¿Y quiénes sois vosotros? ¿Es que también queréis un deseo?

El jefe iba a decir algo cuando le cortó un esbirro:

-Hombre, pues algo de ropa no nos vendría mal...

-Tú te callas, yo soy el misterioso hombre semivestido que parecía el jefe^TM. Todo el mundo lo sabe...

El percebe aunque no podía sonreir, sonrió maliciosamente y le dijo:

-Tú eres Olaf Galletatraficante^TM líder de tu clan normando. Cuando quemaste tu poblado Carlos Martel^{No del todo TM} te ofreció un trabajo en el servicio de inteligencia sacro imperial  a cambio de hacerte cargo de esos dos imbéciles semidesnudos. Te sacaste un ojo intentando quitarle una moneda a un mono y la semana pasada comiste tocino!

Todos quedaron perplejos y Humberto^TM se echó a dormir, pero el que parecía más perplejo era el mismo hombre misterioso Olaf Galletatraficante^TM que dijo:

-Pues no me acordaba... Oye, ¿Y tú como sabes eso? y lo que es más importante, ¿Si lo sabes para que preguntas? ¿Y si sabías quienes éramos por qué nos haces aparecer delante de ti? Claro que si no no habría sido una aparición inoportuna... ¿Y por qué...?

-Jefe, que se escapa...

Cuando el percebe se iba a enterrar, Olaf  saltó sobre uno de sus esbirros y se enganchó en la boca del percebe.



-¿Acaso Carlos Martel^TM te ha dicho para que me quería, imbécil? -Dijo el percebe.

-Pues ahora que lo pienso no... Pero si es para freir monos conseguiré hasta tu pedúnculo secundario!

Olaf Galletatraficante^TM estiró lo más fuerte que pudo y se llevó un bonito recuerdo del percebe.
Entonces todo se volvió borroso porque mi cámara no daba par más



El esbirro preguntó:

-¿Qué es...?

-Oye, ya es la cuarta vez que abres la boca en este capítulo. Más te vale que vayas a decir algo interesante.

-Pues... Bah, déjalo.

Al esbirro no le parecía importante, pero iba a decirle que aquello no era un tentáculo, era un genitáculo. Tal vez a Carlos Martel^{No del todo TM} no le parezca tan gracioso cuando lo traiga ante él.

Antes de marcharse, el percebe dijo:

-Os arrepentiréis de esto! Por cierto encantado de conoceros....

Cuando Olaf, sus esbirros y el típico y genuino guardián elemental del bosque y sus animalitos inútiles^TM se fueron de la ciudad, Mohamed al-Morrana^TM dijo:

-Me he perdido, ¿Qué estábamos haciendo?

Mohamed al-Fombra^TM respondió:

-Estábamos construyendo un barco para viajar a Benicàssim, tenemos que darnos prisa!

-Me temo que ya no será necesario, conozco a un corsario que os llevaría en un santiamén.

-¿Y por qué no nos lo has dicho antes?

-Hombre, se os veía tan felices construyendo ese barco... En fin, venid.

al-Morrana les llevó a conocer a Mohamed al-Baricoque, patrón del Mono Húmedo^TM. Era un hombre temido en todos los lavabos de señoras y de él se decía que era tan tonto que se cortó una pierna porque la tenía repetida.



-Si queréis llegar a Benicàssim, mi barco es el más fiable. El Mono Húmedo^TM es el buque más veloz de mi imaginación.

Humberto^TM, sorprendido, dijo:

-Tienes un mono enganchado en la pierna....

-Sí, me lo dicen a menudo. Me deberéis dar 17 imperdibles y 12 chicles usados cada uno para llevar a cabo mi diabólico plan si queréis embarcar.

-De acuerdo, ¿Cuándo zarpamos?

-Pues... Ya mismo! Tampoco tengo nada mejor que hacer en todo el día.

Cuando todos estaban a bordo del Mono Húmedo^TM el Estúpido Francés^TM se acercó a Humberto^TM y le dijo.

-Eh, ¿A que no sabes a quién me he encontrado en la...? ¿Eso no es una cría de percebe?



-Sí, es que como todo el mundo se llevaba cosas del cirrípedo... Yo también quiero ser popular.

-Pero nos traerá problemas... ¿No te estremece pensarlo?

-Sí, es inquietante ¿Cómo puede tener crías si es un percebe macho?

-Déjalo... Como iba diciendo, acabo de encontrarme a Josué^TM en la bodega, pero no sabremos que hace allí hasta el próximo capítulo.

-¿Quién es Josué^TM?

Y hasta aquí puedo leer....